La
didáctica de la narración y la disertación
HANS EABLI nos hace
referencia a enseñar y el aprender de
los alumnos. En primer lugar están los medios, entendido como el profesor que
domina su profesión en términos de la disposición de su lenguaje, es decir al
narrar, su capacidad de acción práctica y su percepción visual y auditiva. En
segundo está el contenido, teniendo en cuenta los medios psicológicos de
expresión y de desarrollo de contenidos mentales, además de los medios para la
formación de experiencia. Y las funciones, es decir el saber práctico adquirido
en el aprendizaje.
Ve en el proceso dinámico de
la construcción un momento en el que el alumno se motiva a abordar por
iniciativa propia procesos de construcción y llevarlos a cabo, es decir,
liberar las energías que lo estimulan para buscar e investigar y que hacen que
cree el mismo una nueva forma de actuar o pensar por impulso propio.
La narración
transmite emociones e impresiones que suscitan novedad, sorpresa, tensión
emocional que despierta la atención e interés. Dicho de otra manera, el
contenido narrado es significativo, revive en la conciencia del oyente
elementos afectivos, valores que matizan las representaciones y los conceptos.
Por la asociación y decodificación, el oyente genera representaciones, elabora
sus propias construcciones y forma estructuras complejas de pensamiento.
Una de las formas de enseñanza básica es el proceso de percepción y asimilación, mismo que se genera cuando se educa la capacidad de observación. El autor señala que uno de los propósitos de la escuela ha de ser formar la capacidad de observación, en ese sentido refiere que existen hombres contemplativos y hombres de acción y que ambos estudian la realidad, los primeros porque les gusta, los segundos, porque lo necesitan para que su acción tenga éxito.
La percepción es la captación activa de las circunstancias y datos con los que el hombre entra en contacto a través de la sensación ('contemplación activa'). Percibir significa entonces, de aquí que la percepción sea la elaboración de información y posea sus instrumentos propios 'esquemas' para hacerla. Sin dichos esquemas, el hombre no ve nada, cada quien los va construyendo en procesos de aprendizaje continuos durante toda la vida (cada actividad es una acción constructiva).
Una de las formas de enseñanza básica es el proceso de percepción y asimilación, mismo que se genera cuando se educa la capacidad de observación. El autor señala que uno de los propósitos de la escuela ha de ser formar la capacidad de observación, en ese sentido refiere que existen hombres contemplativos y hombres de acción y que ambos estudian la realidad, los primeros porque les gusta, los segundos, porque lo necesitan para que su acción tenga éxito.
La percepción es la captación activa de las circunstancias y datos con los que el hombre entra en contacto a través de la sensación ('contemplación activa'). Percibir significa entonces, de aquí que la percepción sea la elaboración de información y posea sus instrumentos propios 'esquemas' para hacerla. Sin dichos esquemas, el hombre no ve nada, cada quien los va construyendo en procesos de aprendizaje continuos durante toda la vida (cada actividad es una acción constructiva).
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